ARQUEOLOGÍA SIPÁN

Los trabajos arqueológicos en Sipán proporcionan importante información sobre la sociedad Moche o Mochica, algunos replanteamientos y nuevas perspectivas para su interpretación. El monumento y sus componentes pueden estimarse como uno de los más importantes centros ceremoniales y de poder de la época.
Pocos monumentos o yacimientos brindan la excepcional oportunidad de documentar un conjunto
de contextos funerarios del más alto rango contenidos en una misma estructura sacra. Considerando que gran parte de estos testimonios de la prehistoria nacional están irremediablemente perdidos, Sipán constituye hoy en día la primera oportunidad para conocer y reconstruir el mundo de los Mochicas.
La información plantea un primer ordenamiento horizontal concéntrico referido a la jerarquía de los personajes sepultados, que van desde el “Señor” con una triple autoridad, hasta jefes guerreros y entierros ofrendatorios, pasando por la casta sacerdotal que habría ocupado una segunda posición. El ordenamiento vertical evidentemente se refiere a la sucesión temporal de los mismos con sus razonables variantes contextuales.
Esta plataforma puede así estimarse como una especie de “mausoleo real” destinado por algunas generaciones a la realeza Mochica del valle y su entorno, Ningún entierro excavado arqueológicamente con anterioridad resultaba tan rico, complejo y revelador. De otro lado, las diversas fases, fechan dichos eventos funerarios que culminan con la “Tumba del Señor de Sipán”, emplazada al centro de la última disposición arquitectónica. Las características y contenido de este suntuoso entierro resumen el nivel de desarrollo regional. El personaje en vida habría ocupado la cúspide de la sociedad Mochica local, probablemente organizada como un reino o “Señorío”.
La similitud de sus ornamentos, emblemas y atuendos de rango y mando, con las representaciones conocidas del arte Mochica, permitieron en primer término comprobar definitivamente la existencia de estos personajes, hasta entonces considerados mitológicos. Se reconoció así su especial investidura semi-divina y autoridad político-religiosa, planteando asimismo una probable estructuración semejante para todo el ámbito territorial Mochica.
Los señoríos debieron basarse en unidades agrarias. La existencia de varios centros ceremoniales y/o
de poder en cada uno de los valles puede indicar su propia dinámica local relacionada entre sí, pero no necesariamente sometida a una entidad estatal macro-regional o a fenómenos de expansión territorial como usualmente se ha teorizado.
En este marco, es comprensible la existencia de jerarquías administrativas locales y grupos altamente
especializados en actividades artesanales que impulsaron su sofisticación hasta el más alto nivel de desarrollo y una amplia red de relaciones de intercambio comercial y cultural. En el primer caso fueron inventadas casi todas las técnicas y procedimientos metalúrgicos y orfebres, potencializados por las culturas posteriores. En el segundo, quedaron definitivamente establecidas las fuentes y rutas a productos exóticos o de prestigio de cercano acceso: metales, plumas, oro, cinabrio, semillas; o distante alcance por medio de transacciones sucesivas, piedras semipreciosas y conchas, que llegaron probablemente hasta Chile, Bolivia y Ecuador